Quizá porque en verano estamos más expuestas y queremos vernos espléndidas, existe la falsa creencia de que debemos tener especial cuidado en la hidratación del órgano más extenso de nuestro cuerpo en esa época del año. Sin embargo, la realidad dice que es aún más necesario hidratar la piel en invierno. Te contamos por qué.
Los períodos de frío también coinciden con la temporada en que bajamos un poco la guardia y ya no nos ocupamos tanto de la estética. Grave error.
Los principales motivos por los que debes hidratar la piel en invierno, aún de manera más intensa que en verano, es que existen muchos factores que van a provocarte resequedad. Estos son:
Las bajas temperaturas, que ocasionan que los vasos sanguíneos se contraigan. Esto produce una menor irrigación de la piel.
La calefacción, que aumenta la sequedad del ambiente y por tal motivo, también de la piel.
Ducharse con agua caliente, que también contribuye a la deshidratación.
El exceso de ropa, que no permite una correcta respiración de nuestro cuerpo, sobre todo si no utilizamos telas naturales.
Un menor consumo de agua, que aporta a la deshidratación general, piel incluida.
Así que ya lo sabes, si quieres lucir una piel bonita todo el año, no te descuides ni un momento. Y mucho menos en invierno. De esta forma evitarás que se vuelva áspera, o lo que es peor, que se agriete o aparezcan picores y enrojecimientos. De allí al envejecimiento prematuro hay un paso. No lo dudes.
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